sábado, mayo 20, 2006

LEO, LEES, LEE...


Existen varios modos de llenar un fin de semana o de distraerse tras una dura jornada de trabajo. Pero pocos placeres comparables al de sumergirse en una lectura que, desde el principio, capte nuestro interés y, rendidos a su embrujo, entregarnos al deleite de descubrirla, con nuestros deseos y sentidos acaparados. Gracias a la lectura uno se adentra en el terreno mágico del silencio y, a partir de ahí, no sólo otros paisajes, personajes o situaciones son posibles sino que pueden transformarse en reales. Entre algunos de estos momentos inigualables están: "El corazón de las tinieblas", de Josep Conrad; "Luz de Agosto", de William Faulkner y "Bajo el volcán", de Malcolm Lowry. Estos libros constituyen una experiencia tan enriquecedora, que no puedo evitar el compartirla con ustedes:

En "EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS", Joseph Conrad cuenta la historia de un hombre que se adentra en el interior de la jungla africana, a través del río Congo. Es Marlow, el propio capitán del barco mercante quien narra la historia del viaje a su tripulación. Va en busca de Mr. Kurtz, responsable del marfil, pero su encuentro le marcará por siempre, ya que este personaje encarna la explotación sangrienta y más inhumana. Este conocimiento directo de los horrores de la colonización cambiará al viejo marinero, como así lo reconoce al recordar aquella expedición. Influído por su propia experiencia como marino, Conrad describe con maestría el mundo del mar, de sus gentes, que tan bien conoció, y nos desvela la oscuridad de las pasiones humanas. Su estilo inconfundible hace que este polaco, que escribía en un idioma ajeno, sea hoy considerado uno de los principales escritores en lengua inglesa. Una lectura atractiva, que nos atrapa.

William Faulkner, en "LUZ DE AGOSTO", nos muestra la historia de Lena Grove, una mujer que emprende la búsqueda del hombre que la dejó embarazada. A modo de cronista, Faulkner nos lleva a través de sus personajes por una época que heredó la tradición del esclavismo y del segregacionismo y que, de forma inigualable, queda retratada. Así, Joe Christmas, un vagabundo de sangre negra que es linchado por asesinar a su amante blanca; tampoco podía faltar la figura del reverendo Hightower, representante de la sociedad puritana que, en sus discursos, rememora la guerra civil pasada. Faulkner narra costumbres, hechos y situaciones de una forma innovadora, trabajando historia e imaginación, por lo que no es de extra?ar que influyese tan notablemente en los escritores posteriores.

"BAJO EL VOLCÁN" es una novela autobiográfica de Malcolm Lowry. Asistimos a las últimas horas del protagonista, Geoffrey Firmin, un ebrio cónsul inglés en Cuernavaca que, sumido en oscuros cargos de conciencia, se entrega a la bebida y a la autodestrucción. El cónsul está acabando un libro, mientras bebe cerveza, whisky, mezcal, tequila, entre alucinaciones de alcohólico y en el escenario apocalíptico de los volcanes Iztacúhuatl y Popocatépetl. Su exmujer, Ivonne, regresa junto a él en un intento inútil de reconciliación, pero ignora que él nunca recibió la carta donde le pedía perdón. Lowry refleja un ambiente caótico donde se anuncia ya la guerra en Europa; abundan las alusiones a la guerra de Espa?a, a la enfermedad del Papa, al antisemitismo y, en este sentido, hay una crítica social de México. Un universo fantasmagórico de miedos, culpas y remordimientos agobia al protagonista que, derrotado por su destino, al final, muere tiroteado por un policía, sin haber dejado de estar borracho durante toda la novela. Pocos diálogos y muchas descripciones, abigarradas y oscuras, que hacen pesada y difícil la lectura, donde locura y alcohol tejen un complicado, pero interesante espectro de los miedos que habitan en el interior del hombre y amenazan su existencia. A pesar de la complejidad y, aunque hay ratos que bien puede preguntarse el lector si acaso está también borracho, es aconsejable continuar la lectura hasta el final para apreciar el paralelismo entre su agonía y el volcán. La obra es un reflejo de la visión atormentada -no exenta de lirismo- del propio autor.


Aprovecho para saludarles, amigos/as, y felicitarles también
si eligieron leer como una auténtica forma de diversión.
?Que pasen una feliz velada con la lectura!

? SALUDOS, AMIGOS/AS !
http://leeetamargo.blogia.com

2 comentarios:

- dijo...

?Hermano Lee, tú por aquí!

Conrad, Faulkner y Lowry: Menudo trío de titanes... Pero, ?qué me dices de A Media Distancia, el libro de relatos de don Luis Tamargo?

Felicidades, amigo. Estoy al tanto de tu fantástica evolución.

EntreRenglones dijo...

...Lo cierto es que al lado de esos gigantes uno se siente peque?ito. Pero sin amilanarse, amigo Asmadeus, les sigo a media distancia... GRACIAS A TI:
LeeTamargo.-