sábado, noviembre 11, 2006

NUESTRAS LETRAS

Cuando leer se convierte en obligación pierde el aura mágica del aprendizaje. Fueron lecturas obligatorias de la época de estudiante, que hoy contemplo desde la madurez, con el alivio de no haber permitido que, por en medio, acampase a sus anchas la distancia. La experiencia de leer nos abre a horizontes capaces de existir en el universo propio de nuestras manos, solas, sin más aditamentos que el techo de la imaginación; nos regala el beneficio de adentrarnos en otros mundos, dentro de éste, al que no sólo explican desde diversos y variados puntos de vista, distintos, que cohabitan en natural relación, sin interferirse, sino que además lo complementan, ayudando a la comprensión, ensanchando nuestra amplitud de miras, lejos de aduanas físicas o mentales, libres, como debe serlo este viaje personal que cada lector inicia por sí mismo, por sí solo, por propia iniciativa y por mero placer, para descubrir el puro placer de leer, de conocer nuestras letras.

En "FORTUNATA Y JACINTA", Benito Pérez Galdós trata el tema del engaño amoroso y los celos. Cuando Juanito Santa Cruz se casa con su prima Jacinta, le confiesa que tiempo atrás tuvo una relación amorosa con una mujer de clase baja. Jacinta es una rica burguesa que vive obsesionada con la maternidad y atormentada porque no puede tener hijos. Por otra parte, Fortunata, la mujer de clase pobre, se ha casado con Maxi Rubín, un estudiante enfermo al que no ama y al que le es infiel al siguiente día de la boda. Jacinta, en su obsesión, desea adoptar como suyo al hijo de Fortunata y su marido. Al final, Pérez Galdós sigue el patrón moral de la novela decimonónica, fiel reflejo de una sociedad preocupada por las apariencias, y hará que Jacinta, como castigo, se salga con la suya.
Pérez Galdós aprovecha tan manido tema de las relaciones humanas para retratar tipos característicos del Madrid de la época, reflejando costumbres y maneras de hablar de comprensible interés y valor histórico, así como el ambiente político e ideas del momento.
Las escenas y diálogos se alargan en ocasiones con excesivos detalles, resultando repetitivo, monótono y sobrecargado. Sin embargo el estilo coloquial y resuelto de su prosa grácil, no exenta de toques de humor, denota la gran calidad literaria de este maestro de la pluma.

En "LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE", Camilo José Cela refleja el ambiente de pesimismo existencial de la España de posguerra. El protagonista es un campesino extremeño llamado Pascual Duarte, que narra desde la cárcel las desgracias que le han acaecido. Desde una infancia hostil, marcada por el alcoholismo y la violencia, hasta su muerte, se suceden una serie de calamidades en las que, debido a su carácter rencoroso e impulsivo, no repara en asesinar. Primero, a Lola, su primera esposa, cuando le confiesa que su hijo es fruto de una infidelidad con El Estirao; después a su madre, por hacerle sufrir con sus perversidades y por alcohólica; también a El Estirao, un chulo que vivía de las prostitutas y que deshonró a su hermana y a su madre. Se trata de un tema truculento, con abundantes escenas de violencia, pero tratado con cuidada técnica narrativa, al tiempo que se evoca el lenguaje rural.
Cela entronca con esta novela en lo que se ha dado en denominar el realismo social español, aunque con las particularidades propias de la picaresca nacional. En un intento por conocer al escritor que existía, tras ese halo de polémica fácil que le acompañó en vida y que le hizo formar parte de una falsa actualidad de moda, me acerqué a otra de sus obras cumbre, "LA COLMENA", que también pertenece a este realismo de posguerra. La pobreza se erige en el tema central mientras, a su alrededor, giran varios temas diferentes. Cela refleja las penurias de algunas gentes de Madrid por salir adelante; aunque cada uno está encerrado en su celda, sus vidas forman una auténtica colmena. A pesar de que retrata una realidad brutal con tintes existencialistas, no falta ese toque de humor tan característico de Cela.
Pero me quedo, sobre todo, con el Camilo José Cela de "VIAJE A LA ALCARRIA", obra con la que modificó el estilo de los libros de viajes publicados en español, sobre todo al modo de tratarlos: pueblos, tipos, figuras y caminos que el autor, en una mirada personal, transforma en algo más que un paisaje.

Miguel Delibes nos cuenta, en su novela “LAS RATAS”, la historia de un pueblo de Castilla donde el tío Ratero y Nini, de apenas once años, cazan ratas de agua para venderlas o consumirlas, en definitiva, para sobrevivir. El campo es un latifundio de don Antero y estos dos frustrados personajes dependen de la vida salvaje y la caza furtiva para cubrir sus necesidades más elementales. Se trata de un documento social de injusticia y de denuncia: la situación trágica del campo castellano y las penalidades que padecen sus gentes. Hombre y entorno enfrentados en desigual trance: la frustración del hombre por la falta de horizonte social. Delibes retrata con cruel realismo ese drama social que asola su campo, el campo que tanto conoce y ama, el campo castellano y la postración de la que es testigo al igual que uno más de sus lugareños. Aunque, sin duda alguna, tenemos en Miguel Delibes algo más que un lugareño: uno de los principales literatos vivos de nuestras letras.


¡FELIZ LECTURA, AMIGOS/AS!
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