sábado, diciembre 31, 2005

LITERATURA PARA ESCUCHAR


…Todo proyecto que acerca la Literatura a nuestra realidad cotidiana es encomiable. El programa de literatura "Gatopardo", se emite en la tarde de los miércoles, de 19:00 a 20:00 horas en Radio MAI. A Gatopardo ya la conocíamos de su blog:
http://gatopardo.blogia.com

Ahora nos brinda la oportunidad de escuchar en Internet los textos de escritores más o menos desconocidos que ella admira, con música, frescura y ganas de aproximarnos al arte que no se encuentra en las emisoras comerciales. Este es el enlace directo:
http://www.radiomai.com/escuchanos.htm

Radio MAI es la radio libre de la margen izquierda de Zaragoza, formada por gente con ganas e iniciativa, autogestionada a nivel organizativo y económico, que emiten de lunes a domingo un mínimo de 9 horas diarias en la frecuencia 103.5 MHz del dial de Zaragoza. ?Seleccionad Gatopardo y podréis encontrar literatura para escuchar! ?Qué mejor manera de empezar el a?o!

?GRACIAS, GATOPARDO! ?GRACIAS, AMIGOS/AS!
?FELIZ COMIENZO DE A?O!

sábado, diciembre 03, 2005

"ETERNO RETORNO", de Paco Gijón


No me hagan mucho caso, a veces me pasan cosas… no es que tenga visiones ni que oiga voces extra?as, pero a veces, una idea se me enreda en la cabeza, como un cordel se enreda en el fondo de un bolsillo, nadie lo ve y nadie puede evitarlo, se enreda una y otra vez, sin remedio.
Aquella ma?ana tenía una resaca descomunal, la noche anterior había estado bebiendo, no recuerdo por qué, quizá había bebido para olvidar o al beber había olvidado, pero un nombre martilleaba en mi cabeza: Jack Daniel’s, no me hagan mucho caso.
Estaba sentado en mi mesa de trabajo, trabajo es un decir, pues hacía siglos que no tenía un asunto decente. Estaba sentado en mi mesa cuando alguien llamó a la puerta. A través de la hoja de cristal semitransparente ví la silueta de una mujer. Antes de abrir, me abroché la camisa y me puse la chaqueta, hay que causar buena impresión. Si la gente sospecha que estas necesitado, olvídate de que te hagan un favor; si estás esperando un trabajo, espera sentado, etc, etc. Debí despistarme mientras reflexionaba. La mujer volvió llamar a la puerta. Abrí y ella entró, sin mirarme. Le ofrecí una silla, se sentó en silencio.
-?Y bien? –dije, intentando disimular mi impaciencia. Me miró de arriba abajo y de abajo arriba.
-?Y bien? –repetí, arqueando una ceja.
-Quiero que encuentre a un amigo, un buen amigo –a?adió.
-Lo haré encantado.
-Encuéntrelo, está en peligro.
-?Peligro?
-Le persiguen pero él no es culpable.
-Culpable ?de qué?
-Le acusan injustamente, de un asesinato.
-Perdone, se?orita, pero si se trata de un hecho criminal, debería acudir a la policía.
-No, ellos no lo entenderían.
-Insisto, si se trata de un asesinato…
-?Un asesinato dije? no, hablaba en sentido figurado.
-Ah, las muertes simbólicas son las que más duelen –reflexioné-, las otras son sólo un proceso químico-administrativo, las moléculas se disgregan y te dan de baja en el censo y bla, bla, bla
-Por favor, se?or –me interrumpió
-De acuerdo, pero dígame algo ?quien es él, a qué dedica el tiempo libre?
-Friederich es escritor, de ahí vienen todos los problemas, la otra noche se marchó, estaba muy agitado, no llevaba maleta, llevaba abrigo, no llevaba sombrero, llevaba bufanda…
-Bien, creo una foto me ayudaría.
-Lo reconocerá en cuanto lo vea.
-No sé, no estoy seguro de poder ayudarla –balbuceé- pero lo haré –concluí con aplomo. Ella acababa de poner sobre la mesa un peque?o fajo de billetes.
Se levantó y me ofreció su mano, la tomé, cuando se la devolví descubrí que me había dado una tarjeta.
-Se?orita, ?cómo contactaré con usted?
-Yo le llamaré –dijo desde el pasillo.
-Dígame al menos su nombre –supliqué
-Salomé, Lou Andreas Salomé.
Sostuve la tarjeta entre el índice y el pulgar y leí: “El Pozo del Saber. Almacén de libros viejos” ?Dios! qué intrincados son los caminos hacia la verdad, pero no hay misterio que una mente lógica no pueda resolver, aunque siempre ayuda que te escriban bien clarito el nombre de la calle, el número y el código postal.
Me puse en camino dando peque?os rodeos, crucé la avenida, doble por una calle, atravesé el parqué, la avenida de nuevo… cualquiera que intentara seguirme se habría perdido en el intento, yo mismo me detuve desorientado. Estaba frente a un edificio de ladrillo con ventanas de vidrio emplomado, un portón metálico con dintel, jambas y rodapiés de granito. Dentro, se veían monta?as de libros, en el piso superior había una oficina apenas iluminada. Me deslicé dentro con sigilo y comencé a subir las escaleras. A través de la puerta entornada de la oficina podía contemplar casi toda la escena. Un tipo con bigote estaba sentado en una silla, al otro lado de la mesa otro tipo hablaba y se estrujaba las manos. Había un tercer tipo que al principio no ví, apoyado en un rincón, parecía un armario, cuadrado y silencioso.
-Friederich, ?por qué? –dijo el tipo nervioso.
-Yo que sé, Arthur –respondió el tipo con bigote.
-Pero él está muerto –protestó el tipo nervioso
-Si Arthur. Pasó lo que tenía que pasar.
-No, no se puede decir simplemente él ha muerto, tú lo mataste.
-?Qué quieres que te diga? pobrecito, yo no quería.
El hombre nervioso miró hacia el rincón, Richard permanecía callado, como una estantería de pared.
-Pero Friederich, esto es terrible, él era muy apreciado, alguien necesario.
-Quizá sí y quizá no, pero esta muerto y punto.
-Ya se que no toda la culpa es tuya, Friederich, aunque así hablara Zaratustra, es una pena que Dios haya muerto.
-Ups –Friedrich Nietzsche se encogió de hombos
-Uf –a?adió Richard Wagner desde su rincón.
-Puaf –sentenció Arthur Schopenhauer
Había visto y oido suficiente. Me dolía tremendamente la cabeza, como si me hubieran golpeado con un volumen de obras completas. Regresé a mi despacho y cerré la puerta con llave. Abrí el cajón del escritorio y saqué un vaso y una botella. Jack Daniel’s ?jopelines! Ahora empezaba a recordarlo todo, la noche anterior, todas la noches, desde el principio hasta el fin y vuelta a empezar. Alcancé un librote de la estantería. Me serví un vaso y di un trago largo, Jack, viejo compa?ero, brindemos por los nuevos amigos. Abrí el libro al azar y leí: “todo vuelve y retorna eternamente”, bebí otro trago, Friederich, Jack nuevos, viejos amigos. A veces las ideas se me enredan en un bolsillo y un cordel tenso como un nervio me late en el fondo de la cabeza, a veces… no me hagan mucho caso.



Paco Gijón.

Taller de Narrativa, 2005.-
http://www.cibermedios.com

viernes, noviembre 11, 2005

"ORILLA", de Guiomar Padilla

El animal se dejó acariciar, manso, por la mano firme de su amo. El joven adolescente deslizaba los dedos distraídamente por la mancha blanca de su frente, aquel sello luminoso y suave que rompía de un golpe certero el color cobrizo de su cuerpo robusto, agitado aún por la carrera hasta la playa. Era un caballo hermoso. Al galope, su pecho se inflamaba en poderosas contracciones como un batir de alas y la potencia de sus músculos, educada por la nobleza de su raza, le daban a su carrera una presencia de criatura casi mágica. Pero ahora, en reposo, tranquilo, como quien amansa una tormenta en el fluir sereno de sus venas, era sólo una conciencia dominada por el placer de la caricia que se le regalaba.
Atardecía. El muchacho dio unas palmadas en el cuello de aquel magnífico ejemplar, regalo de su madre, y se alejó un poco de él caminando algunos pasos por la orilla. Pensativo, hundía sus pies en la arena, como calibrando el peso exacto de sus talones, la textura de aquel suelo, el frescor del agua entre los dedos. Daba la impresión de esperar algo muy remoto, o de planear alguna meditada huida.
Los últimos rayos de sol ba?aban su cuerpo esbelto y dorado. Hebras rosadas se le enredaban en los cabellos hasta deshacerse, y aquella luz tan tenue, tan vencida, marcaba los contornos de su figura como sólo los dioses se?alan a su predilecto. Le habían dicho que era como su padre. El orgullo sonrojaba sus mejillas cuando le decían que en el hijo se reconocía el semblante y los gestos de su progenitor. Que sus manos tenían el vigor de las suyas y que sus brazos eran los de un valiente.
Se sentó, muy cerca de donde morían las olas. Aquel día el mar estaba en calma y la nitidez absoluta del cielo dibujaba el horizonte con un trazo limpio. Nadie venía a lo lejos.
?Acabaría algún día aquella espera?
Cerdos hozaban en algún lugar cercano, vigilados por su pastor.
Aún era pronto. El joven Telémaco se hacía hombre solo, aguardando en aquella playa.
Todavía quedaban tres a?os para que acabara su desolación y pudiera, al fin, sentir el abrazo conmovido y fatigado de Ulises.



Guiomar Padilla.

Taller Literario, Santander-2005.-

sábado, noviembre 05, 2005

Recuerdos del Taller:


Si un Taller literario es ya de por sí atractivo a?adámosle el marco paisajístico de la ciudad de Santander y tendremos un coctel enriquecedor de cultura y ocio. De paso que os muestro unas instantáneas que algunos de vosotros enviáis de recuerdo (?Gracias, Guiomar Padilla!), me permito transcribir el mensaje de Eva de Andrés, invitando a todos aquellos que quieran y puedan (?he ahí el quid!) a otro encuentro de los participantes del taller:

"Por petición de alguno de vosotros, (los que estáis en Madrid) si os parece bien, vamos a organizar una reunión-cervecitas para el viernes 11 de noviembre, a las 9 de la noche en el bar “El Ma?o”, sito en la calle de la Palma 64, cerca de metro San Bernardo. Es un sitio poco glamuroso pero se picotea muy bien: (...ojo con sus patatas)!
Por favor, confirmad la asistencia por email".
...Si picáis en el enlace encontraréis más recuerdos del Taller literario del verano pasado.

lunes, octubre 24, 2005

"La reina sin espejo", de Lorenzo Silva

Hay libros y autores que nos gustan, les hemos leído o les hemos conocido, lo cual es si cabe mayor privilegio y fuente de criterio para entender una obra. A Lorenzo Silva le conocí en un taller de narrativa breve organizado el pasado verano por la UIMP, en Santander. Ya nos lo anunció entonces, en dos meses sacaría a la luz un nuevo libro y ya está aquí. En uno de los intermedios para el café en que tuvimos ocasión de conversar se refirió a esta "locura del escribir" con muy acertadas palabras. Pues bien, por eso de hablar o de ayudar a quien conocimos de cerca, solidarios y locos por el mismo arte, me permito avanzar estas notas extraidas de su página web, a la que os remito, sobre la novela que por fin se acerca y que ya está aquí: a partir del 4 de Noviembre sale a la venta "La reina sin espejo", de Lorenzo Silva...

-Un apunte del autor:
Aquí está, tres a?os después de la anterior (lo que no me parece un mal intervalo), la cuarta novela de Chamorro y Bevilacqua. A estas alturas, quizá no tiene mucho sentido que me extienda sobre qué son y qué representan para mí. Han sido mis embajadores para llegar a miles de lectores y para hacer de la literatura el gozo compartido que a mí me gusta creer que es. Ésta es la novela más larga, compleja y acaso también la que más ahonda en los personajes. Pero procuro que siga siendo divertida, interesante, atractiva, etcétera. Y rabiosamente apegada a la realidad presente. Con todos sus misterios y paradojas, y con todas las novedades que hacen del trabajo de los policías algo muy diferente de lo que era hace sólo tres o cuatro a?os. Me gustaría que esta historia, aparte de para entretener, sirviera para reflexionar sobre esta extra?a civilización que estamos construyendo en los albores del siglo XXI. Donde la gente, de puro hipercomunicada, está más sola que nunca, y donde aquellos que consiguen sus metas se sienten a menudo fracasados. Y si alguien me pregunta cuándo será la quinta novela, pues al menos en un tiempo a los guardias les toca descansar, y a mí hacer otras cosas.

-El resumen del editor:
La aparición de una mujer apu?alada en un pueblo de Zaragoza podría ser un trabajo más para el sargento Bevilacqua y la cabo Chamorro, pero éste es un caso fuera de lo común; la víctima es Neus Barutell, una célebre periodista casada con un consagrado escritor catalán, lo que atrae a la prensa más sensacionalista y somete a los investigadores de la Guardia Civil a una dosis suplementaria de presión. En estas peculiares circunstancias, Bevilacqua y su compa?era deberán remover con sigilo las entra?as de una vida pública más allá de las apariencias y sumergirse en las flaquezas e inseguridades que se escondían tras la imagen solvente e impecable de la víctima. También será necesario rastrear con detalle sus últimos trabajos periodísticos. Las pesquisas llevan a nuestros protagonistas a Barcelona y las primeras pistas apuntan a un crimen pasional en un mundo de vanidades, lleno de tapujos y secretos y con ramificaciones hasta los sórdidos bajos fondos de la ciudad.La reina sin espejo nos sumerge en una indagación compleja y fascinante en la que los guardias civiles deberán, entre otras muchas cosas, dilucidar enigmas literarios de Alicia a través del espejo, desentra?ar relaciones cibernéticas y colaborar con la policía autonómica catalana para llegar a la resolución de un caso espinoso y difícil.Lorenzo Silva trasciende con esta novela el género policíaco en un texto colmado de intrigas, bajas pasiones e ironía y lo conjuga con su prosa más conseguida y acertada hasta el momento.

...?Ah, suerte, Lorenzo!
*(Extraído de la web de Lorenzo Silva).-

domingo, octubre 16, 2005

H Ú M E D O

Está lloviendo.
Mala cosa. Y no sólo por la humedad, que aquí enseguida se hace insoportable. A mí, además, el repiqueteo de las gotas me impide concentrame. Algunos de mis compa?eros más cercanos no opinan así, me cuentan que les ayuda a relajarse y no percibir el paso del tiempo, lo cual, bien pensado, tampoco está mal. Aquí lo que importa, sobre todo, es no obsesionarte con el paso del tiempo. Podrías volverte loco.
Pero a mí este ruidito me pone frenético. Ya me cuesta bastante ordenar mis ideas sin el rítmico golpeteo de la lluvia. A veces casi creo tenerlo todo bien dispuesto en mi cabeza, las imágenes, las palabras y los recuerdos formando un cuadro certero de causas, consecuencias y culpables. Inestable, claro, pero completo; y de repente, como si alguien abriera una compuerta, una corriente de olvido lo anega todo, las imágenes se oscurecen y derriten, y las deducciones que tan lógicas me habían parecido se hunden como si nunca hubieran existido, sin que pueda retenerlas ni recuperarlas. Los que saben de esto me han dicho que es normal en mi estado, y que seguramente irá a peor. Que a veces hay un último estallido de lucidez antes de que la consciencia se desparrame definitivamente, pero que no es seguro. Que mejor que me apresure si quiero averiguar algo.
Así que lo último que necesito es este insistente chapoteo, compréndanlo. Las ideas parecen adquirir el ritmo del goteo y no hago más que repetir una y otra vez un pu?ado manido de reflexiones inconexas, las mismas de siempre. Sé que cerca, en algún lugar de mi cabeza, se encuentra la explicación, la comprensión súbita que hará que todo encaje, pero tendrá que ser cuando escampe, cuando la lluvia pare y se evapore el charco húmedo que me rodea. Mientras, me conformaré con revisar de nuevo lo que ya sé.
Para empezar, que fue una caída. Eso sí está claro. Un tramo de veinticuatro escalones que une la sección de recursos humanos con el vestíbulo principal. Primero fue la rodilla, en el cuarto escalón. Luego, en el noveno, ladeado ya sobre la derecha, rotura del brazo por tres puntos. Minucias. El primer golpe en la cabeza dos escalones más abajo, en el undécimo. Una vuelta de campana sobre la nuca y fractura de dos costillas del lado derecho en algún punto entre los escalones diecisiete y dieciocho. Por último, y eso fue lo serio, un golpe seco del occipital contra el borde del escalón veintitrés. Unos dijeron, según oí, que había sonado como pisar una nuez; otros lo compararon con el destrozo de una bolsa de huevos. En cualquier caso, el resultado fue el mismo.
Otras detalles me cuestan más, sobre todo cuando llueve, como ahora. Hace unos días, o quizás minutos, aquí el tiempo es lento pero complicado de medir, vino a verme Lourdes. Pobre Lourdes, la recuerdo allí, en la oficina, mirándonos a todos tan menuda, parapetada tras su bata verde y aferrada a la fregona, pero qué buen uso supo darle siempre, si yo les contara… Había tardado tanto en venir, me dijo, porque trataba de hacerse a la idea de vivir sin mí. O eso entendí; su discurso estaba punteado, de tanto en tanto, con un llanto tan molesto como la propia lluvia. Que se acordaba mucho de mí, o algo así. No lo dijo, pero seguro que se refería a aquellos apresurados pero húmedos encuentros nuestros durante la pausa del café, en el cuartucho donde guardaba las cosas de fregar. Lo entiendo, yo también los a?oro a veces. En la oficina, a?adió luego Lourdes, todos parecían haberse olvidado de mí, casi como si yo hubiese cometido algún crimen. Eso sí lo oí bien claro. Y el que más, Planells, remató, el nuevo jefe de personal, fíjense ustedes, qué casualidad.
Claro, Planells. Por supuesto, estaba allí. Cuando la caída. Con su silueta arisca y al acecho. Siempre deseó mi puesto, eso lo sabían todos. Pero aún así nadie reparó en lo bien que le había venido mi caída. No, sólo pensaron en la caja. Sin duda fue la caja que llevaba la que le hizo caer, eso dijeron, lo recuerdo perfectamente, la gente subía y bajaba esa escalera miles de veces cada día y nunca nadie se había caído por ella, así que tuvo que ser la caja, le impediría la visión y por eso tropezó y cayó. Así lo dijeron, ya he dicho que eso al menos lo escuché muy bien. Pues ha tenido que ser por eso, sentenció Planells con su voz agria, si es que cuando se te junta todo…
Si sólo pudiera hacerme oír… pero si pensar ya me cuesta, hablar me resulta imposible. Querría gritar bien alto: Planells, Planells, ha sido Planells, caí por las escaleras justo al pasar por su lado, me tocó, me tocó de repente, eso también lo recuerdo, y ahora se sienta en mi despacho. ?Es que nadie lo ve? ?No es eso acaso, cómo lo llaman… un móvil?
Me pregunto de qué más cosas mías se habrá apoderado. ?Lourdes? ?Es acaso él quien la visita ahora en las pausas del café? No, ella me dijo que se acordaba mucho de mí, ya lo he dicho. Me lo dijo antes y me lo ha repetido ahora, ?verdad? ?O no?
?La lluvia no me deja pensar!
La caja. La caja de cartón que yo llevaba. No puedo concentrarme, pero yo llevaba una caja, eso sí lo sé.
Tranquilidad. Centrarse en los hechos, eso es lo importante. La caída. Lourdes, acuérdate de mí, qué buen partido le sacábamos a la fregona, vaya que sí, quién lo habría imaginado. Pero eso no viene al caso. La pausa del café. Planells. La humedad. Mi despacho. La caja. Si es que cuando se te junta todo… ?Ven lo que les decía antes? Las piezas están ahí, pero me falta la conexión. El castillo de naipes se deshace y las ideas se sumergen de nuevo en la nada.
Continúa la lluvia. Imagino todo mojado ahí arriba, como por el llanto de Lourdes, pero no, Lourdes no lloraba ese día, cuando vino a verme. Era la lluvia, claro.
Te vas a acordar de mí.
Eso me dijo, sí. Ahora lo recuerdo con claridad. Lourdes, pese a su apariencia frágil, nunca fue llorona, ni siquiera aquella última vez en la oficina, la última pausa del café, el último encuentro en el cuarto de las escobas. Ahí donde la ven, tenía su genio, menudo escándalo. Te vas a acordar de mí, te lo juro, eso repetía. Te llevas tus cosas, me gritó, pero me dejas a mí tirada como un trapo. Como una fregona.
?Sí! Mis cosas, mis cosas iban en la caja. Eso también lo recuerdo ahora, magnífico, debo aprovechar, quizás sea ese último momento de lucidez del que me han hablado, el esfuerzo final de las neuronas. Gracias, chicas. Me llevaba mis cosas porque me iba, me largaba, me habían echado. No sé por qué, pero me habían puesto en la calle. Hasta el cínico de Planells fue amable por una vez y me dio unas palmaditas de ánimo, si es que cuando se te junta todo…
Él no me empujó, claro que no, para qué si yo ya no era el jefe de personal cuando enfilé las escaleras cargado con mi caja. Yo iba solo. No con Lourdes, claro que no, era sólo la mujer de la limpieza, un alivio rápido a la hora del café, pero dónde iba yo a ir con ella. Y sí acaso le prometí algo… bueno, entiéndanlo: yo tengo mi vida.
O la tenía. Una caída de veinticuatro escalones y la cabeza abierta como una nuez. O como un huevo, según versiones. Ahora me pudro aquí, las ideas huyen otra vez, me temo que para siempre, y mi cerebro se deshace a chorros varios metros bajo la losa de mármol mojado. Mojado, sí, húmedo, empapado como el resbaladizo rellano de las escaleras… el inesperadamente resbaladizo rellano de las escaleras.
Mi último pensamiento será para Lourdes, qué remedio.
Siempre manejó muy bien la fregona.





David Salmerón Campos.
Taller Literario, Santander-2005.-

domingo, octubre 09, 2005

Como si de la eternidad se tratara

La noche estaba estrellada, serena y calma, había una tenue brisa que acariciaba la cara, si bien era realmente un aire serrano un poco fresco. Era una de esas noches preludio de la primavera dónde el alargamiento de los días imprime dicha. Era una de esas noches que invitan a degustar la conversación y a saborearla sorbo a sorbo. Parecía que el tiempo y el espacio se detuvieran como si de la eternidad se tratara.
Se encontraban, Isabel y Fernando, en el patio de la Casa Real. La Casa Real era centro neurálgico del asentamiento de Santa Fé de la Vega de Granda. Allí, de día, bullían la vida y la actividad, era un ir de venir de funcionarios y personal encargado de la administración de los asuntos reales. La casa se había levantado con vocación de interinidad por lo que era sencilla y sobria, tanto en sus líneas como en la decoración. No obstante, era un edificio bello en su sencillez o quizá, por su sencillez. Alrededor del patio se hallaban las habitaciones reales, dónde trascurría la vida diaria de los monarcas. En abril, el patio estaba pleno de vegetación, se respira frescura, se huele a boj, a azahar, y a jazmín. Un aroma que embriaga y arrastra suavemente a la reflexión y a la meditación.
Isabel estaba cavilando para sus adentros y ensimismada en sus especulaciones cuando Fernando le inquirió.
-?Crees que hacemos bien?.
-?A qué te refieres Fernando?, ?Estás pensando lo mismo que yo?
-Sí, creo que sí, Isabel, me refiero a la empresa de las Indias. Recuerda que ya otros la han desestimado.
-Si, es cierto pero nunca dejaron de aspirar a ello. Observa que Juan, en Portugal, nunca cerró definitivamente la puerta. Incluso nosotros mismos, o a decir verdad, nuestro Consejo, al principio lo desechó, y además cuando hablamos con Colón en Alcalá y en Madrid, nos parecía algo irreal, pero poco a poco hemos ido centrado la idea. La decisión que hemos tomado ha sido muy meditada. Incluso creamos una junta para su estudio.
-Sin embargo la junta nos indicó que no emprendiéramos tama?a expedición.
-Realmente Fernando, lo primordial entonces era la conquista del Reino de Granada pero ahora, no es el caso.
Por un momento, Fernando se quedó callado y meditabundo pensando que todo lo anterior era verdad. Muchas, muchas habían sido las audiencias, Alcalá, Madrid, Málaga, Jaén y Granada, muchos habían sido los intermediarios, muchos y con mucho predicamento, y además era cierto que la prioridad de la conquista del Reino de Granada había pasado y ....
-? Qué piensas?, Fernando
-En Francia, Isabel.
-?Cómo?.
-No podemos permitirnos que Colón vaya a Francia a contarle a Carlos el proyecto. No podemos, ni debemos permitirlo.
-Efectivamente Fernando, pero...?Colón, pide mucho!. El precio, ?no es demasiado alto?
Esta conversación había dejado a Isabel con el alma perpleja. A ella, una mujer dónde la templanza habita, le zozobró e inquietó el espíritu la duda acerca de las condiciones del acuerdo que formalizarían al día siguiente; ?no eran leoninas?, ?no era un precio muy alto?. Absorbida en estas tribulaciones se levanto y se fue hacia sus estancias.

Aquella noche, Isabel no pudo conciliar el sue?o. Después de entrar a sus aposentos, se arrodilló ante el crucifico en su oratorio privado. Estuvo largas horas rezando, pidiendo rectitud de juicio y clarividencia para acertar en la decisión. No conseguía olvidar la última idea del parlamento con Fernando. Tenía metida en la mente, como grabada con fuego, la pregunta, “el precio ?no es demasiado alto?”, Le rondaba también como una pesadilla, la idea de que Francia pudiera abordar la empresa de las Indias.
De súbito, y abruptamente, se levantó, se fue hacia el escritorio como si tuviera que leer todas y cada una de las capitulaciones, como si necesitara leerlas. Pausadamente, con calma y sosiego pasaba los ojos sobre el texto para no perderse nada, para escrutar y analizar hasta el más mínimo detalle. En realidad, no hubiera hecho falta, las conocía a la perfección, llevaban tiempo negociándolas y sí, en principio, el precio parecía alto, de hecho, era alto, pero ella misma se preguntaba, ?por qué hay algo dentro de mí que me indica que tenemos que emprender la empresa de las Indias?, ?dónde está el truco?. Será porque es una empresa arriesgada, es una empresa vigorosa y a la altura de nuestros reinos, o quizá, ?no hemos confiando mucho en Colón?, y … ? Por qué puede él pedirnos tanto?
Conforme iba leyendo las capitulaciones caía en la cuenta sobre la seguridad que tenía Colón del éxito del proyecto, de hecho las condiciones estaban sujetas a que el mismo llegara a buen puerto. Isabel se seguía preguntando ?Qué será lo que a Colón le hace estar tan seguro de sí mismo, que incluso quiera participar en la financiación?. ?Por qué esta actitud?. Salió al balcón para airearse y respirar aire puro, se sentía abotargada no conseguía despejar la duda, no paraba de preguntarse dónde estaba el truco.

Y llegó el alba, despuntaba un día alegre, con un cielo azul cobalto, claro y placentero. Isabel estaba cansada y aturdida, toda una noche en vela cavilando sobre las capitulaciones se reflejaba en el rostro que lo tenía ligeramente alterado.
Entraron sus damas para ayudarle a vestirse, y cuando se encontraban cepillándole el cabello se levantó, muy bruscamente, de repente y como una ráfaga imparable salió de su boca, ?ya está!, ?ya está!, ?ahí está el truco!
-?Cómo?, ?Qué dice?, ?Qué truco, se?ora?, inquirió una de las dama totalmente asombrada.
-Él, ya ha ido antes por el Atlántico a las Indias. Colón ya ha ido allí.
El rostro de Isabel se torno relajado, ya podía descansar de la tensa noche, sus desvelos habían dado fruto, estaba en lo justo, estaba en lo correcto, la decisión era buena. Isabel vislumbraba la trascendencia del momento, percibía un tiempo futuro impactante, fecundo y floreciente. …Y ella, de nuevo, sintió que el tiempo y el espacio se detuvieran, como si de la eternidad se tratara.



Inmaculada Sánchez Ramos.
http://entrerenglones.blogspot.com

TALLER LITERARIO: "Entre Renglones"


-TALLER LITERARIO: EntreRenglones

Se inicia aquí un espacio dedicado al Taller Literario realizado el pasado verano en la UIMP Menéndez Pelayo de Santander, del que ya dejé dejé constancia en su día con un artículo anterior de este mismo blog. El escritor Lorenzo Silva fue el encargado de impartirlo; aprovecho desde aquí la ocasión para saludarle y -ni que decir tiene- es nuestro principal invitado, si así lo decide.
Aquel grupo de interesados asistentes hemos seguido en contacto, vía email o en quedadas, nos hemos intercambiado textos de entonces y posteriores, rectificados, corregidos o mejorados, movidos por la afición, entrega o pasión a este loco arte del escribir. Voy a exponer de forma periódica algunos de esos textos, frutos del taller, que nos pasean por el género policíaco, histórico o juvenil, para darlos a conocer. Al mismo tiempo servirá de pretexto para volver a leerlos, comentar y seguir en contacto con vosotros, amigos de la literatura: ?Feliz lectura!

miércoles, septiembre 28, 2005

El universo íntimo de Juan García Ponce

Literatura y pintura se mezclan en Trazos y encuentros, exposición de homenaje a Juan García Ponce (1932-2003), en el
Palacio de Bellas Artes. Bien queasí sea: García Ponce fue un hombre que vivió con un pie en la literatura -sus novelas son cumbre del género en México- y con el otro en las artes visuales, como lo demuestra su obra ensayística en torno a pintores que van de Balthus a Vicente Rojo, de Paul Klee a Felguérez. Salvo una sala en que se exhibe la nueva y bellísima obra escultórica de Leonora Carrington, y el tercer piso consagrado al Museo de la Arquitectura, todos los demás espacios de Bellas Artes están ocupados por García Ponce en su triple faceta de escritor, ensayista y crítico de arte. La muestra reúne manuscritos, libros, fotografías, memorabilia y una colección de dibujos y pinturas de los artistas que le interesaron.
García Ponce, nacido en Yucatán, fue antes que nada un novelista, que se interesó desde sus inicios en los más altos maestros del arte de la novela universal. No tenía tiempo para escritores menores, intrascendentes inventados por la circunstancia. En la fotografía facsimilar de la parte central de su librero -la pieza que da entrada a la exposición, en la Sala Paul Westheim-, se concentra lo mejor de la literatura moderna, empezando por el austriaco Robert Musil, cuyo Hombre sin atributos es acaso la novela que más influyó en la literatura de García Ponce. Además de las ediciones en espa?ol, inglés y alemán de este libro, está todo Thomas Mann, todo Proust, todo Nabokov, todo Blanchot, todo Joyce, todo Kafka, todo Bellow, y Dostoievski y Borges y Faulkner y Dos Passos y Miller y Mallarmé, además de Styron, Camus, Rilke, Pavese y filósofos como Nietzsche, Wittgenstein y Heidegger: algunos de los nombres que anoto al azar y que conformaron el canon de García Ponce, sobre el muro, las fotografías de los escritores predilectos: Proust en su lecho de muerte, Joyce con su parche de pirata, Strindberg, Cuesta, Villaurrutia...
La impresión es la de visitar el estudio privado de García Ponce. Impresión que aumenta al revisar las vitrinas que contienen documentos personales del escritor. Su diario, por ejemplo, en una entrada de 1962: ‘’Hoy cumple mi padre 70 a?os. Lo celebramos en familia ayer. Horrible y patético. Me dolió mucho la soledad de mi padre en medio del fracasado intento de ‘familia’... Podría ser una familia pero es una cueva de locos... El más patético es Fernando (su hermano), destruido por su puritanismo, su tontería...’’ En esa misma época, José Emilio Pacheco le pide un cuento para La Cultura en México y lamenta la ‘’criminal’’ reducción de páginas de ese histórico suplemento cultural. Y Carlos , siempre ocurrente, le escribe: ‘’ Pese a tu afición por la literatura siempre te he considerado un buen escritor.’’ Están también los poemas que le envían Octavio Paz (‘’Sílabas son incandescencias/ También son plantas...’’), en 1976, y Ramón Xirau, en 1975: ‘’Tú fumas/ y en tus ojos la inocencia se funde...’’ Sergio Pitol, otro buscador de literaturas raras, le envía una carta de Varsovia en la que le recomienda al escritor Imaskiewicz... Sala intimista, en la que seguimos con fotografías del álbum familiar de García Ponce, desde su infancia en la casa de Itzimná, cerca de Mérida, donde aparece él con su nana Nipita, con su abuela y su tía, con su hermano Fernando, a quien sólo le llevaba once meses. Una vida de burguesía de provincia, dominada por el padre imponente, Juan García Rhodes. Más adelante, el retrato de su boda con Mercedes Oteyza y las fotografías con sus hijos, Mercedes y Juan, en la playa de Chixulub o en Nueva York, donde estuvo gracias a una beca de la Fundación. En 1956, recibe el Premio de la Ciudad de México, de manos del Presidente Ruiz Cortines, por su primera obra, la pieza teatral El canto de los grillos. Ahí está la foto que lo demuestra, y la primera edición de esa ópera prima, así como las primeras ediciones de su obra novelística -La invitación, La casa en la playa, La noche, La caba?a, Unión, Inmaculada, La presencia lejana, De ánima, Crónica de la intervención- y ensayística (sobre Klossowski, Von Dorerer, Musil, Klee, Rojo, ...), hasta llegar a los recientes tomos de la Obra Reunida, publicada por el Fondo de Cultura Económica en 2003 y 2004. Una vida en imágenes: García Ponce en Estocolmo frente a la casa de Strindberg, en Dinamarca, ante el castillo de Hamlet; los tiempos de Difusión Cultural de la UNAM, donde editaba la Revista de la UNAM, junto a Pacheco, Huberto Batis, Juan Vicente Melo; los a?os de la Casa del Lago, al lado de Gurrola, Soriano, Melo, y la guapa Pixie Hopkins. La etapa de Plural, de EXCÉLSIOR, con Paz, Zaid, Rossi, De la Colina, Kasuya Sakai. Temporadas bajo el sol, en Acapulco, conVicente Rojo, Salvador Elizondo, Max Aub, Lillian Hellman.
Claro, están las mujeres de su vida, Mercedes, pero también Mich?le Alban, su otro amor, y María Helena Herrera, la fiel asistente que corregía incansablemente sus textos (su otra asistente, Angelina, está ausente de la muestra), una vez que la enfermedad hizo aparición. Una esclerosis múltiple que se declaró en 1967. A partir de ese a?o, García Ponce está en silla de ruedas o apoyado en un bastón... Ya deformado su mal neurológico irreversible y progresivo, García Ponce aparece en los últimos retratos de su vida junto a sus hijos y nietos.
Concluida esta parte íntima y literaria de la vida de García Ponce, pasamos a la parte de la pintura, donde lo que se intenta es establecer el diálogo que el escritor mantuvo con sus artistas dilectos, que muchas veces eran amigos suyos. El primer contacto es con su hermano Fernando García Ponce, uno de los baluartes de la generación de la ‘’ruptura’’, a la que Juan apoyó en sus escritos sobre arte. Sigue la obra de Arnaldo Coen con dos pinturas espléndidas, y Lilia Carrillo, con una obra temprana (1963). Un tríptico de Manuel Felguérez ocupa un extremo de la Sala Nacional, junto con obras del también yucateco Gabriel Ramírez. No podían faltar los Corzas ni los retablos de Gironella. Roger von Gunten y Vicente Rojo son los major representados en este elenco de Nueve pintores, como tituló García Ponce su libro de 1968 que marcó un hito la crítica de arte mexicana.
En la sala dedicada a los pintores más jóvenes figuran los hermanos Castro Le?ero, Gabriel Macotela, Irma Palacios, Miguel Alamilla y la austriaca, radicada en México, Ilse Gradwhol. Hay también cuadros de los espa?oles Saura y Gris, de Soriano y Cuevas, de Miguel Cervantes, amigo muy cercano de García Ponce y encargado de la curaduría general de esta interesante exposición.

*(Extraído del Supplemento cultural "Arena", por Pío Ramón, Septiembre de 2005).-

martes, septiembre 13, 2005

Suplemento Cultural ARENA :

El suplemento cultural "Arena" va abriéndose camino de acuerdo a la calidad de sus variados apartados: En Cinefilia, se hace la sinopsis de Muy parecido al amor. La película "rememora el primer encuentro fugaz a siete a?os de distancia: Emily, de semipunk liberada, Oliver, de estudiante con ambiciones de emprendedor. Nueva York como escenario de cita inolvidable y ceremonia individual en un panteón. La costa oeste de Estados Unidos para la vuelta al suelo de la realidad. Cinta de dos individuos dispersos en su sociabilidad. Desasosiego de la entrada a la madurez. Las divisiones temporales concluyen con la separación para disponer la nueva coincidencia, y la inefabilidad de que cada cual irá por su rumbo entreabierto".
Dentro de la sección Música en Arena, encontramos un elaborado repaso a los nuevos cauces del heavy metal, validando el sentido y la actualidad de esta corriente musical.
La trenza de sor Juana, trata de Elena Poniatowski, sobrina de la poeta Pita Amor que, lejos de sentirse apabullada por ello, incursionó en la literatura en 1973 con Lilus Kikus: “Fueron sus libros testimoniales y periodísticos los que revelaron su cara seria y profundamente comprometida: La noche de Tlatelolco y Fuerte es el silencio”. Con “La piel del cielo” ganó el Premio Alfaguara en 2001.
Mundo raro, nos presenta un libro tan extra?o como “Don Quixote and Sancho” (1958), de Federico Sánchez Fogarty. El trabajo es una versión parcial, en inglés, de la novela de Cervantes: apenas una fracción de la primera parte, centrada en las conversaciones de (por supuesto) Don Quijote y Sancho. “Es sólo que me quedé obsesionado con la idea de averiguar si la prosa de Cervantes podía hacerse sonar en inglés como suena en espa?ol, recapturando así sustancia y forma al mismo tiempo; la sustancia y la forma son inseparables en una verdadera obra de arte, pues si se les divorcia los efectos producidos (…) pueden ser diametralmente opuestos a la naturaleza del original".
A su vez, Artes visuales se hace eco de la trayectoria y galardones del artista mexicano Juan Soriano que, a sus 84 a?os, recibirá el Premio Velázquez de las Artes Plásticas 2005 el próximo 21 de Junio, en Espa?a; y de la pintura del colombiano Omar Rayo, donde los objetos del pasado recobran utilidad para la pintura contemporánea.
En el n? 327 la revista Arena ha tenido a bien publicar "Ventanas encendidas", uno de mis textos que tiene el honor de ocupar la sección dedicada al Relato dominical, por lo que les quedo de verdad agradecido. Sin duda, una revista seria que toca aspectos variados del mundo del arte en sus múltiples facetas y a la que, desde aquí, animo y aliento a proseguir en su excelente proyecto de difusión cultural.

*(Extraído del N?327 de "Arena", Suplemento cultural de EXCELSIOR Cía. Editorial S.C. de R.L.).-

viernes, septiembre 02, 2005

Certamen "Villa de Colindres"

- VII CERTAMEN LITERARIO DE RELATO BREVE "VILLA DE COLINDRES":

A finales de 1998 se falló por vez primera el concurso Villa de Colindres, destinado a premiar relatos en los que aparezca tratado el tema de la naturaleza y el medio ambiente. La presentación del volumen correspondiente a la VII edición tuvo lugar el pasado 23 de abril dentro de las celebraciones del Día del Libro. Ganó esta vez Vicente Fernández Saiz -accésit ya en 2004- con "El secreto de las marismas", hábil relato policíaco en torno al asesinato cometido para preservar un espacio natural; el segundo puesto fue para A. Olgoso, quien en "Los palafitos" presenta a un excursionista que descubre un maravilloso pueblo oculto a orillas de un lago. El jurado recomendó la publicación de "Billete al paraíso" donde J.J. Mogro Remolina aborda el tema de la inmigración ilegal en pateras y "Avalancha", relato satírico de J.A. Corral. Una edición muy elegante otorga aún más prestigio al certamen.

*("Extraído de El Diario Monta?és", Mayo 2005).-
http://leetamargo.mybesthost.com/entrerenglones.html

jueves, agosto 25, 2005

Revista Cultural IMAGINANDO:


En el N? 14 de Mayo-Junio de la revista IMAGINANDO encontraremos apuntes, sugerencias, curiosidades culturales y recomendaciones que leer en este verano que se presenta propicio para divertirnos como nos gusta, rodeados de las más variadas expresiones del arte. No os perdáis las interesantes secciones de "Literatura perseguida", "Notas de filosofía" y "rese?as", entre otras. Destaco en particular estas interesantes palabras del poeta Carlos Barbarito, cuando le preguntaron con qué está comprometida su literatura:
Soy, cuando escribo, fiel a mí mismo. Cuando siento que un poema me traiciona lo destruyó. Jamás escribí algo de modo tal que encajara con tal o cual moda o tendencia y menos para ser bien recibido por mis contemporáneos, prefiero que me malinterpreten, me desatiendan, me obvien o me rechacen. También merece la pena leer sus "Breves apuntes para una poética", letras inéditas, escritas en especial para Imaginando.
Dentro del apartado de Narrativa tenéis algunos de mis relatos en los que la dirección de la revista se ha fijado y que ha decidido publicar, junto a la buena compa?ía de otros artistas y escritores/as, provenientes de diversas partes del mundo.
Y es que el arte no tiene fronteras: ?echadlo un vistazo, no tiene desperdicio!


?SALUDOS, AMIGOS/AS!
http://www.imaginando.com

lunes, agosto 08, 2005

Taller de Narrativa con Lorenzo Silva


He aprovechado mis primeros días de vacaciones para asistir al taller de Narrativa organizado por la UIMP de Santander, a cargo del escritor Lorenzo Silva. Después del trabajo más trabajo, pero ese precio de realizar lo que te gusta con gusto se lleva ligero, sin sobrecarga. Lorenzo Silva ha sabido además adentrarnos en el mundo del relato breve con acertado tiento; hemos recorrido de su mano el género policíaco, histórico y juvenil, con lecturas apropiadas a cada uno de ellos y, también, con ejercicios prácticos que luego se han leído en alto por los propios autores y que han recibido la crítica constructiva tanto del profesor como del resto de asistentes. Participaba gente variopinta en cuanto al origen, edad o la profesión, pero la opinión contrastada en general ha resultado unánime al destacar lo interesante del taller, así como los datos y lecciones aprendidas.
"Desde que iniciara su dedicación a la literatura, allá por 1980, ha escrito un pu?ado de relatos, artículos y ensayos literarios, varios libros de poesía (llamémosla así), una obra dramática (de muy ingenua factura), un libro de viajes y dieciocho novelas."
"Por alguna extra?a razón, no mantengo una buena relación con el relato breve. Lo he practicado desde hace más de veinte a?os (de hecho, con él empecé) pero siempre de forma muy irregular. Desde que escribo novelas, apenas hago cuentos, salvo cuando alguien me pide, por la razón que sea, que escriba alguno. Entonces me pongo a ello, y a veces disfruto, pero siempre tengo la sensación de que éste no es mi sitio."
"El déspota adolescente, que supone la primera aproximación a la narrativa breve de Lorenzo Silva, es un conjunto de relatos donde el autor condensa su mejor prosa y deja entrever algunas de las claves de su imaginario literario. El libro está compuesto por dieciocho cuentos escritos en el transcurso de los últimos catorce a?os y que, en diferentes gradaciones, tienen como elemento común la relación que establecen sus protagonistas con la juventud, ya sea con nostalgia -en muchos casos la mirada al pasado sirve como catártico rudimento de historias que han marcado la vida de los personajes-, con resignación ante su poderoso influjo o con rechazo. El déspota adolescente es, además del relato que da título a este volumen, el icono perfecto de esa íntima inmadurez de la que nunca, pese a los más elaborados roles de adulto que podamos desempe?ar, y pese al ineludible paso del tiempo, conseguimos desprendernos totalmente."
"Su obra ha sido traducida al ruso, francés, alemán, italiano, catalán y portugués."
"Como guionista de cine, ha escrito junto a Manuel Martín Cuenca la adaptación a la gran pantalla de la novela "La flaqueza del bolchevique", por la que ambos fueron nominados al Goya al mejor guión adaptado en la edición de 2004."
"Colabora erráticamente en prensa y revistas con reportajes, artículos literarios, de viajes y de opinión, y hasta ha hecho de comentarista radiofónico. En este momento, y mientras no le echen, sus colaboraciones aparecen con regularidad en El Semanal y El Mundo, y esporádicamente en muchos otros medios (ABC, El Correo, El País), porque en la variedad está el gusto. También ha publicado aburridos artículos y presentado tediosas ponencias de carácter jurídico en diversos foros profesionales e impartió clases de Derecho Empresarial para postgraduados (todo esto con la debida moderación). En la actualidad da salida a su pasión por la ense?anza con un taller de narrativa para jóvenes en el Centro de Poesía José Hierro de Getafe."
Os remito a su página web para conocerle algo mejor. Para mí este taller literario ha resultado, sin duda, una experiencia gratificante para quienes amamos esta pasión del escribir.

http://www.lorenzo-silva.com

viernes, julio 29, 2005

URSULA WÖLFEL


URSULA WÖLFEL:

Nació en 1922 en Duisburg (RFA). Realizó estudios de germanística en Heidelberg, siendo profesora en una escuela después de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente estudió pedagogía y trabajó como profesora de pedagogía en Frankfurt y como maestra en una escuela para ni?os difíciles. Actividad docente en el Centro de Investigación de Literatura Infantil y Juvenil en Jugendheim. Sus libros han sido traducidos a muchos idiomas, siendo uno de los autores más leídos por los ni?os y jóvenes de todo el mundo. Ha recibido diversos e importantes premios literarios nacionales e internacionales. Miembro del PEN Club alemán. Es viuda de guerra y tiene una hija.


-OBRAS EN PROSA:

En "Campos verdes, campos grises", Wölfel cuenta historias que no son divertidas, tampoco son historias de un mundo intacto. Tratan de marginados, de la opresión y de la discriminación racial, de la guerra, de conflictos en el ámbito individual y social, de prejuicios, de separaciones matrimoniales, de hambrientos y alcohólicos. Son preguntas, y no respuestas, que exigen el diálogo, la conversación entre el ni?o y el adulto.
"Campos verdes, campos grises" ha sido distinguido con los siguientes premios literarios: Lista de Honor del Premio Hans-Christian Andersen, Premio Austríaco a la Promoción de la Literatura Infantil y Juvenil, y Lista de Honor del Premio al Libro Infantil en la República Federal de Alemania.


http://www.aldeavirtual.com/cultura/leetamargo/revistaprosa09.html

martes, julio 26, 2005

LEER EN VACACIONES: Jack London


Con el verano llegan las vacaciones y buscamos qué leer. Es inevitable repasar las primeras lecturas... Julio Verne, Jack London, R.L. Stevenson, etc. El género de aventuras siempre nos devuelve ese aire juvenil de los primeros descubrimientos...

- JACK LONDON:
John Griffith London había sido marino, pescador e incluso contrabandista. Publicó más de 50 libros que le supusieron grandes ingresos pero que dilapidó en viajes y alcohol. Fue corresponsal de guerra y vivió dos matrimonios tormentosos. Se suicidó el 21 de noviembre de 1916, a la edad de 40 a?os, en Glen Ellen, California.
En "La llamada de la selva" (1903), habla de la vuelta de un ser civilizado a su estado primitivo, y la lucha por la supervivencia. Su estilo, brutal, vivo y apasionante, le hizo enormemente famoso fuera de su país. Sus novelas se han traducido a numerosas lenguas. Entre sus principales obras cabe mencionar "Los de abajo" (1903), sobre la vida de los pobres en Londres; "El lobo de mar" (1904), una novela basada en sus experiencias como cazador de focas; "John Barleycorn" (1913), un relato autobiográfico sobre su batalla personal contra el alcoholismo, y "El vagabundo de las estrellas" (1915), una serie de historias relacionadas entre sí sobre el tema de la reencarnación.


http://webs.demasiado.com/ltamargo/jlondon.html

domingo, abril 24, 2005

Poema de José Manuel Caballero Bonald

Roberto Fontanarrosa escribe...

"Cuando aparece una idea comienzo por decidir en qué rubro puede tener acogida: si servirá para un cuento, una novela, una tira de Inodoro Pereyra, un tira de Boogie, una historieta unitaria o se quedará simplemente, en un chiste. Si resuelvo que sirve para un cuento, empiezo a darle vueltas mentalmente, me lo cuento montones de veces... anoto algunas cosas. Llega un momento en que decido que ya tengo elementos suficientes, me siento y escribo una aproximación, un boceto. Los nombres, datos y fechas no serán los definitivos. Allí aparecen siempre un montón de cosas más. Luego hago las correcciones, dos o tres veces, cambio cosas, muevo párrafos, hasta la escritura definitiva. Si es una novela, la cosa es más compleja, pero de cualquier forma necesito saber hacia dónde voy. No puedo, como otros escritores, comenzar sin saber cuál va a ser el final."

sábado, abril 23, 2005

La inspiración de Gabriel García Márquez...


"Una de las cosas más difíciles de hacer es escribir el primer párrafo. He pasado muchos meses trabajando en un primer párrafo, pero una vez lo tengo, el resto sale con facilidad. En el primer párrafo se resuelven la mayor parte de los problemas del libro. Se define el tema, el estilo, el tono. En mi caso, al menos, el primer párrafo es un tipo de muestra de lo que va a ser el resto del libro. Por eso escribir un libro de relatos cortos es mucho más difícil que escribir una novela. Cada vez que se escribe un relato breve, hay que empezar otra vez desde el principio".
Gabriel García Márquez.

Récord de Don Quijote

Panamá conquistó el 19 de noviembre de 2003 un nuevo récord Guinness, tras sesenta horas continuas de lectura de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha, la obra de Miguel de Cervantes. El récord anterior de lectura de esta novela lo tenía Espa?a, con cuarentayocho horas completadas en abril de 2004. "Queremos formar conciencia y gusto por la buena lectura en el país", dijo el alcalde de la capital paname?a. A lo largo de tres días consecutivos, más de seiscientas personas de entre cinco y sesenta a?os leyeron, con intervenciones de cinco minutos cada una, las aventuras del antihéroe de Cervantes, en un maratón de cinco días en los que ni?os, vendedores ambulantes, panaderos, intelectuales y autoridades paname?as se pasearon a través de las páginas del clásico espa?ol.


*("Extraído de "EyP, revista de escritura literaria", 2004).-

A modo de Presentación...

..."EntreRenglones" es una Revista virtual de Arte y Literatura que hoy, en fecha tan señalada del Día del Libro, inicia su andadura:
?BIENVENIDOS/AS!