viernes, septiembre 15, 2006

LEER AYER Y HOY


Las vacaciones son un tiempo ideal para la lectura, para conocer nuevos horizontes o para recurrir a la serena seguridad de los que ya conocemos. Libres de nuestras apretadas obligaciones, que apenas nos dejan un rato para leer, después de atender el resto de quehaceres cotidianos, podemos al fin dedicarnos al placer que supone dejarse sumergir, lenta y concentradamente, en el paisaje abierto de las páginas de un libro. Son tantos los motivos, impulsos o determinaciones que nos llevan a elegir una u otra lectura que, en cierto modo, es lo de menos la que hayamos elegido; seguro que es la que hemos deseado. Nos importa más el sosiego, la calma, el ambiente de ese antiguo, atemporal y ya no tan extra?o hábito de sostener un libro entre las manos para comprobar si aprovecha la oportunidad de conquistarnos y, así, perdernos en el mundo mágico de ensue?os entretejidos a base de letras y emociones…
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En "EL LOBO ESTEPARIO" Herman Hesse retrata el perfil psicológico de un individuo aislado, triste e infeliz, un auténtico lobo estepario. Hesse, a través de su protagonista principal, Harry Haller, deja traslucir en esta novela sus propios detalles autobiográficos, fruto de sus crisis personales y espirituales. La ruptura con su segunda esposa le había ocasionado un aislamiento y desesperación que, sumados a la imposibilidad de afrontar la realidad, acabó por llenarle de pensamientos suicidas. Sólo la intervención de otros dos personajes, Armanda y Pablo, sacará al protagonista de su trágico confinamiento a un mediocre destino. Armanda le invita a conocer y disfrutar de las cosas sencillas, reto que Harry Haller ha de afrontar enfocando la vida de cada día sin menospreciar el humor, recurriendo a la risa como solución o actitud ante la vida.
El estilo natural y directo de Hesse convierte la novela en una lectura fácil y cómoda que, en mis a?os de estudiante, me animó, casi a continuación, a leer también otras obras de este premio Nobel, como "Demián", "Bajo las ruedas" o "Siddartha"; recomendables del todo.
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Otro Nobel, Albert Camus, en esta ocasión, nos narra en “LA PESTE” una plaga de ratas que invade la ciudad de Orán. El protagonista es el doctor Rieux, que encarna la actitud solidaria y comprometida con la humanidad, el triunfo de la conciencia individual sobre el egoísmo. Ante las primeras víctimas, la ciudad cierra sus puertas, las escuelas se transforman en campamentos sanitarios y todos los personajes aportan lo mejor de sí mismos para con los demás: Rambert, el periodista que acaba colaborando con las brigadas sanitarias; el cura Paneloux; el honesto y pacífico Tarrou; la bondad de Grand, mientras escribe un libro y ayuda; sólo Cottard defiende la peste como vía justa de salida, ajeno al sufrimiento y miseria que le rodea. Al final la epidemia es derrotada y, esta especie de alegoría, le sirve a Camus para moralizar del lado de las víctimas, a favor de la vida, frente al absurdo de la injusticia o la muerte. De algún modo, Albert Camus refleja el sentimiento trágico de la época que le tocó vivr para reivindicar una conciencia solidaria frente al mal que acecha al hombre. Ese es el mensaje que transmite: este compromiso solidario que une frente a los grandes problemas, en situaciones críticas, es lo que salvará a la humanidad y al ser humano.
A pesar de la economía de lenguaje, su estilo conciso y sobrio transmite fuerza e induce a la reflexión con el hombre siempre como telón de fondo. Su voz se erige así en la de la conciencia; su lectura en la de todo un clásico...
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"UN MUNDO FELIZ" es un libro visionario en el que Aldous Huxley imagina una sociedad dominada y controlada por clonación. Concebidos por genética, a partir de probetas, estos ni?os del futuro son predestinados desde el origen en diferentes capas sociales: la élite, los ejecutantes, los empleados subalternos, los trabajadores duros... Esta aparente democracia enmascara un auténtico sistema dictatorial del que son sus prisioneros y, además, sus esclavos, sin posibilidad de elección ni escapatoria. Huxley traza las pautas para controlar la sociedad en un futuro: la población estratificada en niveles, con sus miembros mediatizados por el placer, admitido como fuente de control. La felicidad a través de los sentidos, las sensaciones sustituyendo al arte, la ciencia o la verdad, para evitar así los peligros potenciales de pensar o rebelarse. Seres con sus apetencias, necesidades y deseos controlados, condicionados, predestinados a un mundo feliz, pero artificialmente feliz: ?Ciencia ficción, tal vez, o un aldabonazo a nuestras conciencias cómodas y adormiladas...? Una lectura que nos plantea una pregunta obligada, que nos puede dejar más o menos crédulos, reacios o temerosos; de todo menos indiferentes.
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?Que se diviertan y pasen un feliz tiempo de lectura!
? SALUDOS, AMIGOS/AS !
http://leetamargo.blogia.com

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